Eso significa que estás la mayor parte de tu VIDA decidiendo. Y también significa que, el tiempo que inviertes depende de la velocidad y confianza con la que puedas hacerlo.

A mí me costaba muchísimo tomar decisiones, incluso la más pequeña y sencilla del día a día hacía que me bloqueara y llegara a querer SOLTAR cualquier situación que implicara que tuviera que decidir algo. A todo lo que me proponían decía que sí, y no me atrevía a elegir por miedo a equivocarme, por miedo a ver que podía haber elegido algo mejor, o por si alguien se molestaba o me reprochaba algo. Me paralizaba. Quería que mi elección fuera "perfecta", la CORRECTA (es decir, que a todo el mundo le pareciera bien), y como eso no lo conseguía, huía.

Además, acababa desgastada, y sin energía por el esfuerzo mental y por la cantidad de decisiones que, aunque intentara evitar tomar, no podía. Esto tiene un nombre: Fatiga de la decisión

El miedo a fallar, el trabajo mental que conlleva, la parálisis por análisis, el no saber qué tener en cuenta para tomar la mejor decisión, la duda... Todo esto te quita tiempo, te quita VIDA, y te produce estrés e inseguridad.

Nadie nos enseña a tomar decisiones. Nadie nos enseña a escucharnos de verdad. Y vamos por la vida haciendo lo que podemos, porque lo que es cierto es ese número: 35.000 al día.

Así que, para esto, para ti, es este taller. En el que te hablaré de mi experiencia personal y de lo que hizo que AHORA, para mí decidir sea algo rápido, con la mente en calma y con seguridad interna. Por supuesto te daré un montón de pautas y herramientas para que tu transformación empiece YA y en modo Kaizen, sin darte cuenta. Vas a AHORRAR mucho TIEMPO. Vas a sentirte con ganas de MÁS (decisiones). Vas a ver como tu vida se mueve, sin bloqueos, sin dudas, y con INTUICIÓN.